jueves, 27 de mayo de 2010

Recuérdame

Y pensar durante un sólo segundo que mi imagen se ha borrado de tu mente, que ya no existo en tu cabeza, que no recuerdas mi cara, mis ojos...me mata. Que los recuerdos se han ido en un abrir y cerrar de ojos, que aunque estuviera delante de ti no reconocerías mi voz, ni las mil historias que podría contarte...me ahoga. No podría soportar que olvidaras de nuevo mi nombre, porque de mi no te puedes olvidar, no de tu única nieta.

miércoles, 21 de abril de 2010

Tra di noi


Por cortesía de una madre...

jueves, 15 de abril de 2010

Aire


Veo pájaros gritando desde su nido, séptimo piso primera puerta a la izquierda. Les brillan los ojos, quizás tienen hambre.
Observo como un niño zarandea su rama, tiemblan, huelo su pánico. Ellos chillan, sólo chillan. De repente llega ella, parece traer comida. Aquí no hay comida.
La luz va menguando y pronto no veré nada a través de mi ventana. Me despido de los pájaros mientras ellos meriendan.
Escucho como se descorren los cerrojos, quisiera evaporarme antes de ver sus caras. Nadie atiende mis súplicas y entran en mi habitación, como de costumbre son tantos como extremidades tengo.
El miedo arrasa mi cuerpo y puedo notarlo en las palpitaciones de mis venas. Esta vez no voy a moverme.
Siento como la aguja me atraviesa, mis músculos se relajan y los párpados se vuelven de cristal. Ya nadie me sujeta, cruzo la ventana y vuelvo al nido que jamás debí abandonar, soy un pájaro.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Les temps sont durs pour les rêveurs

En una ocasión leí que sólo se puede escribir sobre lo que se conoce, que no se debe hablar de lo que no se sabe. He aquí el mayor obstáculo, ¿qué es lo que conocemos realmente? Cada día que pasa me doy cuenta de que soy un poco más ignorante que el anterior, soy una individua perdida en el tablero del conocimiento, avanzo una casilla y me comen ficha. Al margen de la realidad, me gusta aventurarme en palabras que den forma a mis pensamientos, porque aunque no sepa muy bien qué decir, creo que siempre tengo algo que contar.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Réquiem por una musa


I should have tried this before, now time is running out and maybe it's too late.
I don't know how to begin, this is just a soldier's poem. Some time ago I was feeling good but nowadays I'm writing to you from hysteria. I'm wondering where the map of your head is. Looking for the uprising, I only got the blackout, the resistance is useless. Do you remember those days I was falling away with you? We used to walk through our starlight path, we were so high that we could even sunburn ourselves. Now you are gone and I am in this supermassive black hole that is my mind without you. I sing for absolution, but no one can hear me, not even the knights of Cydonia. Don't you want to plug in baby? Just say yes please. I'm afraid you are not coming anymore, you have gone somewhere else, further United States of Eurasia. If you are disappeared, I just ask for apocalypse please. I wish you were here telling me your undisclosed desires. I'm nothing without you as I belong to you. Because I'm a dead star if I can't find my Muse.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Shake it like a polaroid picture

Te tumbas dejando colgar la cabeza por los pies de la cama, los brazos la acompañan y ahora las yemas de tus dedos rozan el suelo. Notas como sube la sangre, y poco a poco sientes como los latidos son más intensos en tus sienes que en el pecho.
Demasiado tarde quizás, pero a veces mantener los pies sobre la tierra no es más que una cuestión de equilibrio.

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Te acuerdas?

Empecé dibujando unas gafas de pasta negras y por casualidad detrás de ellas apareciste tú. No sé por qué, si ya no me acuerdo de tus ojos bicromáticos ni de tus finas pestañas. Ya no me acuerdo de lo suave que era tu pelo, ni siquiera de los reflejos pelirrojos que el sol desvelaba. Ya no me acuerdo de los largos que eran tus dedos, ni de lo fríos que estaban, de tus uñas devoradas por los nervios. Tampoco me acuerdo de tus labios cortados ni de tus dientes falsamente ordenados. Ya no me acuerdo de lo fina que era tu lengua, ni siquiera de lo roja que se ponía la punta de tu nariz. Y es que ya no me acuerdo de cuando me soplabas al oído, tampoco de las costillas que intentabas partirme al abrazarme.
Ya ves, no me acuerdo, y es que estas cosas se olvidan cuando dejan de tener sentido.

Ya ves, no me acuerdo, pero lo que acabo de dibujar se parece tanto a ti que tengo miedo, miedo de preguntarte por mí y que me respondas: ya no me acuerdo.