viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Te acuerdas?

Empecé dibujando unas gafas de pasta negras y por casualidad detrás de ellas apareciste tú. No sé por qué, si ya no me acuerdo de tus ojos bicromáticos ni de tus finas pestañas. Ya no me acuerdo de lo suave que era tu pelo, ni siquiera de los reflejos pelirrojos que el sol desvelaba. Ya no me acuerdo de los largos que eran tus dedos, ni de lo fríos que estaban, de tus uñas devoradas por los nervios. Tampoco me acuerdo de tus labios cortados ni de tus dientes falsamente ordenados. Ya no me acuerdo de lo fina que era tu lengua, ni siquiera de lo roja que se ponía la punta de tu nariz. Y es que ya no me acuerdo de cuando me soplabas al oído, tampoco de las costillas que intentabas partirme al abrazarme.
Ya ves, no me acuerdo, y es que estas cosas se olvidan cuando dejan de tener sentido.

Ya ves, no me acuerdo, pero lo que acabo de dibujar se parece tanto a ti que tengo miedo, miedo de preguntarte por mí y que me respondas: ya no me acuerdo.

2 comentarios:

cueto dijo...

preciosas gafas

pero yo solo me "atrevo" a tener las de sol

Álex dijo...

este relato me parece espectacular