sábado, 21 de febrero de 2009

Tartas de mermelada


Decís que son malas, calculadoras, frías, hirientes, mentirosas, celosas, envidiosas. Os quejáis porque son egocéntricas, egoístas, paranoicas, impacientes, orgullosas. Habláis de ellas como desconfiadas, infieles, narcisistas y maniáticas. Os defendéis diciendo que son unas manipuladoras castrantes.
Os consideráis tartas de mermelada expuestas en escaparates, pero la verdad es una: no hay razón para el lamento, vosotros elegís a la comensal, elegís el cubierto.

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